Cuando piensas que la vida no tiene sentido y todo a tu alrededor va
mal, es inevitable sentirse al final del túnel; tienes dos opciones, o saltas
al abismo o sigues a la lucecita que brilla a lo lejos. Eso fuiste para mí, llegaste
en el momento perfecto.
Todo a su alrededor estaba
negro, triste y frio, era inevitable que se sentiera al final del túnel, tenía
dos opciones; o saltaba al abismo o seguía a la lucecita que brillaba a lo
lejos. Saltar y terminar con todo sería lo más fácil y rápido, ya estaba
cansada de correr en el mismo lugar, agotada de esperar por ese alguien que no llegaba,
por ese alguien que estando tan cerca tenía un mundo de distancia de por medio.
repetía en su cabeza mientras la luz retumbaba en el auto, no debo seguir a esa luz se decía, prefiero saltar y acabar con todo se repetía, no quería volver a lo mismo; la misma historia, diferente protagonista. Pero el destino está marcado, la llamada de un desconocido y el "hola?" en aquel momento estaban ya escrito mucho antes de que sucediera. La luz al final del túnel, desde entonces, cada llamada, cada momento juntos tras un auricular, tan lejos físicamente pero tan cerca. Sus cuerpos no se tocaron nunca en esta vida, pero sus almas se han reconocido, tal vez de vidas pasadas.