sábado, 11 de julio de 2015

AMOR DE LETRAS... L A (Leslie Alves)


Mientras el mundo giraba alrededor de un reloj, el suyo dormía con los ojos abiertos y sin sueños; minutos, horas y días de palabras no dichas, una languidez inútil, el tic tac de aquel aparato despiadado seguía su  rumbo sin mirar atrás, un paso apresurado sin sentido ni razón, pasaba el tiempo, su vida y su ilusión, este no se detiene. Ocasiones pasadas, heridas dichas que ya no duelen aunque las cicatrices estén ahí, no pueden borrarse pero ya no importan, pasaron a ser parte de la decoración, se van quedando atrás; personas de su mundo, situaciones y convivencias…. Pasaron a segundo plano. 

De pronto su historia comenzó a retomar sus líneas con las manos de aquel. Cada mañana una nota, un “buen día” era suficiente para que ella, con los ojos cerrados, empezara a vivir, el reloj ya no gira más, ya no tiene prisa, dejó de correr y aprendió a disfrutar más el panorama, paisaje que muchas veces miro pero nunca vio, ahora está más bello que nunca, ya no hay preocupación de adonde llevan los pasos que un día iba con tanta prisa, surgiendo unas palabras de complicidad prohibida, ese morbo que da vida, una sonrisa, esa libertad que aprisiona e intoxica de placer, que emborracha con el elipsis de la seducción, de un “buen día” a muy buenas noches…  

No, los escritos no tienen compromiso, normas, reglas ni fecha de expiración, es solo el ahora y el momento, suficiente para que ese reloj se detenga, había despertado a la vida con unas simples palabras, era todo lo que necesitaba, eran dos almas que se veían con los ojos de cada escrito, se veían a través de aquellas líneas, y se tocaban de la misma manera, con manos escritas y seductoras, no, no tocan la piel pero si el alma. Ella decidió vivir aquello que él escribía, los labios no eran necesarios para que se besen ni el cuerpo para que se amen, el orgasmo estaba en aquellas palabras que solo siente quien las recibe, sin daños a terceros, un mundo de dos, donde las explicaciones, justificaciones y excusas no eran necesarias, ella cayó en el amor de aquellas palabras escritas y desde entonces lo amo.