En medio de una encrucijada sin
señalización ni rumbo, los caminos de varias direcciones se juntaron en el
mismo lugar, es un tiempo de sosiego y descanso. Es ese refugio que por un
momento junta los caminos dispersos. Es allí donde nuestros caminos se
juntaron; en una encrucijada, lugar y fecha exactas diferentes rumbos un mismo
destino; estaba escrito. Mientras la brisa corre de oriente a occidente y el
sol va tras de ella, nadie sabe que el gemido del viento y la sonrisa del sol
son simplemente pasajeros; pronto vendrá la noche y dará paso a la oscuridad.
Pero fue allí, en esa encrucijada que nuestros caminos sin rumbo se encontraron
y se reconocieron, sin pensar que venían de distintos lugares y se dirigían a
terrenos distinto. Por un momento nuestras almas no pensaron que, aunque la
noche y el día se necesitan, no pueden estar juntos en el mismo lugar ni al
mismo tiempo, eso no nos importó, en la encrucijada todo parece tener la misma
dirección sin saber que es solo un refugio esporádico y pasajero. Nuestras
energías se reconocieron se amaron y se apasionaron.
Después que su tiempo en
ese cruce de caminos terminó… cada cual tuvo que seguir su rumbo; el adiós era
inevitable, cada alma tenía otra vía, tal vez otro amor se cruzó en su sendero,
tarde o temprano tenía que pasar… como el sol y la luna, nacieron para estar juntos, pero sus destinos no se juntan….